En todas las actividades, se puede diferenciar un pensamiento aplicado de acuerdo con la modalidad operativa: se utiliza el pensamiento crítico para la lectura de textos; el creativo, cuando se escribe un cuento y el ideológico, al momento de analizar un discurso.
Surge otra variante, la aplicación del “pensamiento periodístico” vinculado con las actividades pedagógicas. Este nuevo enfoque es una visión distinta de la realidad, en cuanto al desarrollo de conductas como la observación, selección y opinión.
Adquirir esta visión no significa que tanto el docente como los alumnos sean periodistas, sino que se establece mediante una propuesta en la que puede actuar la creatividad como fuente inspiradora.
1. Cualidades distintivas
La profesora Sandra Della Giustina consigna una serie de cualidades distintivas del pensamiento periodístico, entre las que se destacan:
1. Dar prioridad a lo diferente, a lo prominente y a lo inusitado.
2. Buscar las ideas y elementos esenciales y disponerlos de tal modo que su manifestación sea lo más clara y sencilla posible.
3. Emitir mensajes de acuerdo con los intereses del receptor y a la propia convicción.
4. Implica una postura ideológica y filosófica establecida y conocida.
5. La estrategia periodística ronda siempre la búsqueda del punto de vista diferente, original y por qué no polémico: nadie compra una revista o un periódico para leer lo que ya sabe.
6. Acota espacios y tiempos. Por lo tanto, las ideas generalmente compiten entre sí. No siempre se eligen las mejores sino las más significativas para el periodista y para el lector (1998: 22).
2. Ejes lógicos
El pensamiento periodístico, aplicado en el ámbito educativo, puede basarse en tres ejes lógicos: cómo criterio, como expectativa de logro y como objetivo.
Cómo criterio
La aplicación del pensamiento periodístico se basa en la adquisición de un conocimiento técnico y de una perspectiva que instrumente el espíritu crítico.
De este modo, la actividad docente no se reduce simplemente a aplicar las normas establecidas de los géneros ni tampoco a esquemas conceptuales. Mediante esta visión, se podrá motivar a los alumnos hacia la búsqueda de nuevos conocimientos, que surgen de la puesta en práctica de estos conceptos desde una perspectiva holística.
Como expectativa de logro
Las expectativas de logro que organice el docente deberán ser flexibles, reales y consensuadas en un amplio criterio. Quizá, la utópica, como el caso de formar futuros periodistas, sea casi inalcanzable, pero tendrá como alternativas otras que se adecuen a la realidad. Por ejemplo: fomentar el espíritu crítico entre los alumnos, acorde con las distintas edades, mediante la aplicación de técnicas periodísticas.
Como objetivo
El docente debe evaluar entre sus objetivos la aplicación del pensamiento periodístico en cada actividad. Esto puede traducirse en una perspectiva que se adecue a establecer un rol, o bien, a que los alumnos piensen como periodistas.
El rol de periodista puede convertirse en una actividad lúdica aplicable en el primer ciclo de EGB. Los niños, al jugar a ser periodistas, pueden representar este rol, al igual que el del entrevistado. Sólo se necesitan algunos elementos básicos y un cuestionario de preguntas.
A partir del segundo ciclo de EGB, el docente puede integrar en sus actividades, en forma gradual y progresiva, el desarrollo de una actitud periodística. Esta dinámica motiva al alumno hacia el logro potencial de la percepción, abstracción, contextualización y selección de la información, en los que pueden emplearse la imaginación y creatividad.
En alguna medida, este objetivo será prioritario para la formación integral del alumno, a fin de cuestionar la realidad circundante y ciertos aspectos para analizar de qué manera los medios pueden hacer uso y abuso de un hecho, acorde con el concepto ideológico que éstos apliquen.
3. Estructura global
El pensamiento periodístico se recrea en una estructura global, de acuerdo con el grado de representatividad que ejercen la noticia, la información y la opinión.
La noticia
En alguna medida, todos conocemos cuál es el concepto primario de noticia, es decir, aquel hecho en que todos los medios se hacen eco por su importancia.
Lo que se afirma en la aplicación del pensamiento periodístico es el reconocimiento de la estructura genérica. Mediante un orden establecido, se pueden reconocer un criterio selectivo y establecer las prioridades en los distintos medios. Por ejemplo: En el Polo Petroquímico, se dan a conocer las futuras inversiones de las empresas. En el diario local, la noticia puede ser publicada en primera plana, mientras que en los capitalinos, aparecerá en las páginas interiores.
La información
Desde un punto de vista general, la información[1] es un corpus en donde se desarrollan o se combinan ciertos elementos, por el cual, el lector interpretará de acuerdo con sus emociones o inquietudes. Esto equivale a decir que la organización es la estructura física de la información, es la forma que se le intenta dar. Para esta forma, no sólo se requiere de un instrumento matemático, sino también filosófico, porque no sólo están enlazados con la cantidad de palabras que existen, sino también con su calidad. Este conjunto será la información.
La información puede ser definida como el “dato” del hecho que se comunica. Diríamos, entonces, que la comunicación es el significado del significado. Esto es, el lenguaje que articula e integra los elementos de la comunicación para inscribirlos en la memoria actuante del hombre; no en vano los especialistas llaman a la comunicación “memoria de largo alcance”. Esto es lo que convierte la información en valores sociales de comunicación. Entre aquello que se dice y se retiene, la información es una síntesis del principio del proceso y la comunicación el circuito que lo cierra.
La información llega al receptor a través de ciertas leyes análogas que determinan su asimilación e interpretación, acompañados con el grado de evolución y perduración en el tiempo. Este vasto campo de la información, que con gran velocidad logra imprimirse en su difusión y distribución, es un largo proceso necesario. El tiempo será el encargado de seleccionar y conservar lo que realmente sea de utilidad: el hecho histórico, un conocimiento científico, etcétera.
El manejo de un amplio caudal de información obliga al lector a seleccionar el material en un orden decreciente, de acuerdo con un criterio personal.
Esta misma circunstancia se destaca en el ámbito educativo. El alumno debe aprender cómo relacionar y rescatar aquellos datos que resulten prioritarios, así como también formarse en esta actitud crítica.
La opinión
La opinión, en términos análogos, puede definirse como el concepto que tiene una persona acerca de un determinado tema por el sólo hecho de ser cuestionable. En este ámbito, entra en juego un aspecto moral, es decir, un reconocimiento de lo que se juzga, a veces, como bueno o malo, permisivo o no permitido, burdo o falaz, etcétera.
Es imperioso reconocer que en materia de opinión todos somos expertos. Opinamos de todo y, a veces, lo hacemos de una manera arbitraria. Para no ir a los extremos, será necesario que el alumno pueda aprender a construir la opinión de manera equitativa, con conocimiento de causa.
El docente debe acompañar en esta formación, gradualmente, con el empleo de diversas técnicas que le permitan al alumno expresar su pensamiento. Este aprendizaje es recíproco y se constituye principalmente con la interacción del individuo con el medio, de los grupos con la realidad en la que se encuentra subsumido, y éstos con los roles que deben cumplir.
[1] “Toda noticia es información, pero no toda información es noticia. No son, por lo tanto, vocablos sinónimos. Para definir esa relación en el lenguaje se emplean las palabras hiperónimo e hipónimo. Información es hiperónimo (significado más amplio o general). Noticia es hipónimo (significado más restringido o particular).” (Dido, 1996: 18)
Surge otra variante, la aplicación del “pensamiento periodístico” vinculado con las actividades pedagógicas. Este nuevo enfoque es una visión distinta de la realidad, en cuanto al desarrollo de conductas como la observación, selección y opinión.
Adquirir esta visión no significa que tanto el docente como los alumnos sean periodistas, sino que se establece mediante una propuesta en la que puede actuar la creatividad como fuente inspiradora.
1. Cualidades distintivas
La profesora Sandra Della Giustina consigna una serie de cualidades distintivas del pensamiento periodístico, entre las que se destacan:
1. Dar prioridad a lo diferente, a lo prominente y a lo inusitado.
2. Buscar las ideas y elementos esenciales y disponerlos de tal modo que su manifestación sea lo más clara y sencilla posible.
3. Emitir mensajes de acuerdo con los intereses del receptor y a la propia convicción.
4. Implica una postura ideológica y filosófica establecida y conocida.
5. La estrategia periodística ronda siempre la búsqueda del punto de vista diferente, original y por qué no polémico: nadie compra una revista o un periódico para leer lo que ya sabe.
6. Acota espacios y tiempos. Por lo tanto, las ideas generalmente compiten entre sí. No siempre se eligen las mejores sino las más significativas para el periodista y para el lector (1998: 22).
2. Ejes lógicos
El pensamiento periodístico, aplicado en el ámbito educativo, puede basarse en tres ejes lógicos: cómo criterio, como expectativa de logro y como objetivo.
Cómo criterio
La aplicación del pensamiento periodístico se basa en la adquisición de un conocimiento técnico y de una perspectiva que instrumente el espíritu crítico.
De este modo, la actividad docente no se reduce simplemente a aplicar las normas establecidas de los géneros ni tampoco a esquemas conceptuales. Mediante esta visión, se podrá motivar a los alumnos hacia la búsqueda de nuevos conocimientos, que surgen de la puesta en práctica de estos conceptos desde una perspectiva holística.
Como expectativa de logro
Las expectativas de logro que organice el docente deberán ser flexibles, reales y consensuadas en un amplio criterio. Quizá, la utópica, como el caso de formar futuros periodistas, sea casi inalcanzable, pero tendrá como alternativas otras que se adecuen a la realidad. Por ejemplo: fomentar el espíritu crítico entre los alumnos, acorde con las distintas edades, mediante la aplicación de técnicas periodísticas.
Como objetivo
El docente debe evaluar entre sus objetivos la aplicación del pensamiento periodístico en cada actividad. Esto puede traducirse en una perspectiva que se adecue a establecer un rol, o bien, a que los alumnos piensen como periodistas.
El rol de periodista puede convertirse en una actividad lúdica aplicable en el primer ciclo de EGB. Los niños, al jugar a ser periodistas, pueden representar este rol, al igual que el del entrevistado. Sólo se necesitan algunos elementos básicos y un cuestionario de preguntas.
A partir del segundo ciclo de EGB, el docente puede integrar en sus actividades, en forma gradual y progresiva, el desarrollo de una actitud periodística. Esta dinámica motiva al alumno hacia el logro potencial de la percepción, abstracción, contextualización y selección de la información, en los que pueden emplearse la imaginación y creatividad.
En alguna medida, este objetivo será prioritario para la formación integral del alumno, a fin de cuestionar la realidad circundante y ciertos aspectos para analizar de qué manera los medios pueden hacer uso y abuso de un hecho, acorde con el concepto ideológico que éstos apliquen.
3. Estructura global
El pensamiento periodístico se recrea en una estructura global, de acuerdo con el grado de representatividad que ejercen la noticia, la información y la opinión.
La noticia
En alguna medida, todos conocemos cuál es el concepto primario de noticia, es decir, aquel hecho en que todos los medios se hacen eco por su importancia.
Lo que se afirma en la aplicación del pensamiento periodístico es el reconocimiento de la estructura genérica. Mediante un orden establecido, se pueden reconocer un criterio selectivo y establecer las prioridades en los distintos medios. Por ejemplo: En el Polo Petroquímico, se dan a conocer las futuras inversiones de las empresas. En el diario local, la noticia puede ser publicada en primera plana, mientras que en los capitalinos, aparecerá en las páginas interiores.
La información
Desde un punto de vista general, la información[1] es un corpus en donde se desarrollan o se combinan ciertos elementos, por el cual, el lector interpretará de acuerdo con sus emociones o inquietudes. Esto equivale a decir que la organización es la estructura física de la información, es la forma que se le intenta dar. Para esta forma, no sólo se requiere de un instrumento matemático, sino también filosófico, porque no sólo están enlazados con la cantidad de palabras que existen, sino también con su calidad. Este conjunto será la información.
La información puede ser definida como el “dato” del hecho que se comunica. Diríamos, entonces, que la comunicación es el significado del significado. Esto es, el lenguaje que articula e integra los elementos de la comunicación para inscribirlos en la memoria actuante del hombre; no en vano los especialistas llaman a la comunicación “memoria de largo alcance”. Esto es lo que convierte la información en valores sociales de comunicación. Entre aquello que se dice y se retiene, la información es una síntesis del principio del proceso y la comunicación el circuito que lo cierra.
La información llega al receptor a través de ciertas leyes análogas que determinan su asimilación e interpretación, acompañados con el grado de evolución y perduración en el tiempo. Este vasto campo de la información, que con gran velocidad logra imprimirse en su difusión y distribución, es un largo proceso necesario. El tiempo será el encargado de seleccionar y conservar lo que realmente sea de utilidad: el hecho histórico, un conocimiento científico, etcétera.
El manejo de un amplio caudal de información obliga al lector a seleccionar el material en un orden decreciente, de acuerdo con un criterio personal.
Esta misma circunstancia se destaca en el ámbito educativo. El alumno debe aprender cómo relacionar y rescatar aquellos datos que resulten prioritarios, así como también formarse en esta actitud crítica.
La opinión
La opinión, en términos análogos, puede definirse como el concepto que tiene una persona acerca de un determinado tema por el sólo hecho de ser cuestionable. En este ámbito, entra en juego un aspecto moral, es decir, un reconocimiento de lo que se juzga, a veces, como bueno o malo, permisivo o no permitido, burdo o falaz, etcétera.
Es imperioso reconocer que en materia de opinión todos somos expertos. Opinamos de todo y, a veces, lo hacemos de una manera arbitraria. Para no ir a los extremos, será necesario que el alumno pueda aprender a construir la opinión de manera equitativa, con conocimiento de causa.
El docente debe acompañar en esta formación, gradualmente, con el empleo de diversas técnicas que le permitan al alumno expresar su pensamiento. Este aprendizaje es recíproco y se constituye principalmente con la interacción del individuo con el medio, de los grupos con la realidad en la que se encuentra subsumido, y éstos con los roles que deben cumplir.
[1] “Toda noticia es información, pero no toda información es noticia. No son, por lo tanto, vocablos sinónimos. Para definir esa relación en el lenguaje se emplean las palabras hiperónimo e hipónimo. Información es hiperónimo (significado más amplio o general). Noticia es hipónimo (significado más restringido o particular).” (Dido, 1996: 18)
[1] “Toda noticia es información, pero no toda información es noticia. No son, por lo tanto, vocablos sinónimos. Para definir esa relación en el lenguaje se emplean las palabras hiperónimo e hipónimo. Información es hiperónimo (significado más amplio o general). Noticia es hipónimo (significado más restringido o particular).” (Dido, 1996: 18)
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