La diagramación del diario es el último paso para distribuir el material reunido. Exige de un minucioso análisis para ingresar la información en cada página. Para ello, se confecciona un mono para que cada página pueda tener un equilibrio entre la superficie en blanco y la impresa. Entre la superficie impresa podemos distinguir tres tipos:
a) Redaccional: Comprende los textos, títulos y grabados.
b) Publicitaria: Se refiere a las publicidades en general.
c) Paratextual: Está conformado por los elementos comunes del diario: fecha, número de página, título, etcétera.
El diagramador presta especial atención a las noticias más importantes, siguiendo las de menor jerarquía que se incorporan en las páginas interiores; arma la publicidad de abajo hacia arriba, mientras que la información, en sentido contrario.
En un diario sábana, incorporará los titulares de primera plana y redistribuirá la publicidad en las páginas interiores y el texto; mientras que en el tabloide, la situación es distinta. En primera plana, se colocarán llamadas, es decir, copetes o fotografías, alternando con títulos o recuadros.
La publicidad debe ubicarse de acuerdo con los siguientes criterios: en pirámide, en doble pirámide, vertical y horizontal. El grosor de la publicidad será incorporado en las páginas interiores y en muy contadas ocasiones en la primera plana. A su vez, pueden establecerse lugares fijos: clasificados, agrupados, necrológicas, edictos. Para las solicitadas, se contratan los espacios, teniendo en cuenta las secciones, de acuerdo con el texto. Sólo se publican en forma gratuita los llamados servicios. Ejemplos: agenda cultural, movimiento marítimo, farmacias de turno, etcétera.
Para la ubicación del texto, el trabajo del diagramador consistirá principalmente en un armado por contrastes, en donde se bosquejen el cuerpo del diseño en columnas y su altura, a fin de ubicar los títulos, fotografías, gráficos y textos, teniendo en cuenta el pase de la información si es necesario. En lo posible, debe evitarse este tipo de situaciones, pero, cumpliendo con la política editorial del medio, pueden agruparse diferentes noticias para que el lector pueda tener una información general de los temas que presenta.
Existen dos métodos para la diagramación: la vertical, que es la ubicación de textos siguiendo la disposición de las columnas, y la horizontal, que aprovecha el ancho de la página con algunos elementos de diagramación intercambiables. Generalmente, se prefiere el último método, ya que es un criterio dominante. Lo que debe buscarse es un equilibrio para que la información sea de fácil lectura y visualización.
Todo medio gráfico contiene secciones establecidas a partir del contenido de la información. Se clasifican en: policiales, regionales, datos útiles, etc., complementadas con una categorización de suplementos: clasificados, espectáculos, revistas dominicales, arquitectura, etcétera. Esta clasificación es exclusiva de la política editorial del diario, ya que es el modo en que el diario distribuye la información y depende de un criterio de funcionalidad dado por la relevancia de los hechos. La ventaja que tiene este método es que facilita la localización por parte del lector, mientras que su desventaja consiste en clasificar los hechos en determinados marcos globales, delimitándose sus alcances y relaciones. Las categorizaciones no están bien definidas, son difusas y arbitrarias:
La atribución de los contenidos a una determinada sección no parece regularse por criterios universales y objetivos. De esta forma pensamos que la inclusión de la información en las secciones es más intuitiva que objetiva (León, 1996: 107).
Cabe destacar, además, que la cantidad de páginas atribuida a cada sección depende de su tiraje: los días semanales es menor con relación al domingo. Si bien hay secciones que se mantienen fijas, la cantidad de información es mínima.
Este hecho justifica las denominaciones tan genéricas, con objeto de que haya amplitud suficiente para encajar las noticias en su contenido. En cualquier caso, el número de páginas de cada sección puede ser un elemento orientativo para conocer la importancia que cada periódico concede a ciertos contenidos (León, 1996: 107/108).
Los medios gráficos se ven condicionados por ser un producto enteramente visual. Las normas gráficas establecidas en el ordenamiento de páginas (diagramación) y la distribución de la publicidad, la fijación de la fotografía y las tiras cumplen con el objetivo de atraer al lector.
Las formas básicas se encuentran determinadas por una estructura paratextual. En tal sentido, tanto el paratexto gráfico como el de la imagen son los soportes que condicionan a la lectura y la escritura. Se lee o se escribe un contenido pensando en el formato, es decir, en la presentación final del producto.
Incursionar en el ámbito de gráfica, entonces, obliga a pensar en su estructura condicionante, ya que no es ingenua, sino que, por el contrario, se la utiliza con intencionalidad.
a) Redaccional: Comprende los textos, títulos y grabados.
b) Publicitaria: Se refiere a las publicidades en general.
c) Paratextual: Está conformado por los elementos comunes del diario: fecha, número de página, título, etcétera.
El diagramador presta especial atención a las noticias más importantes, siguiendo las de menor jerarquía que se incorporan en las páginas interiores; arma la publicidad de abajo hacia arriba, mientras que la información, en sentido contrario.
En un diario sábana, incorporará los titulares de primera plana y redistribuirá la publicidad en las páginas interiores y el texto; mientras que en el tabloide, la situación es distinta. En primera plana, se colocarán llamadas, es decir, copetes o fotografías, alternando con títulos o recuadros.
La publicidad debe ubicarse de acuerdo con los siguientes criterios: en pirámide, en doble pirámide, vertical y horizontal. El grosor de la publicidad será incorporado en las páginas interiores y en muy contadas ocasiones en la primera plana. A su vez, pueden establecerse lugares fijos: clasificados, agrupados, necrológicas, edictos. Para las solicitadas, se contratan los espacios, teniendo en cuenta las secciones, de acuerdo con el texto. Sólo se publican en forma gratuita los llamados servicios. Ejemplos: agenda cultural, movimiento marítimo, farmacias de turno, etcétera.
Para la ubicación del texto, el trabajo del diagramador consistirá principalmente en un armado por contrastes, en donde se bosquejen el cuerpo del diseño en columnas y su altura, a fin de ubicar los títulos, fotografías, gráficos y textos, teniendo en cuenta el pase de la información si es necesario. En lo posible, debe evitarse este tipo de situaciones, pero, cumpliendo con la política editorial del medio, pueden agruparse diferentes noticias para que el lector pueda tener una información general de los temas que presenta.
Existen dos métodos para la diagramación: la vertical, que es la ubicación de textos siguiendo la disposición de las columnas, y la horizontal, que aprovecha el ancho de la página con algunos elementos de diagramación intercambiables. Generalmente, se prefiere el último método, ya que es un criterio dominante. Lo que debe buscarse es un equilibrio para que la información sea de fácil lectura y visualización.
Todo medio gráfico contiene secciones establecidas a partir del contenido de la información. Se clasifican en: policiales, regionales, datos útiles, etc., complementadas con una categorización de suplementos: clasificados, espectáculos, revistas dominicales, arquitectura, etcétera. Esta clasificación es exclusiva de la política editorial del diario, ya que es el modo en que el diario distribuye la información y depende de un criterio de funcionalidad dado por la relevancia de los hechos. La ventaja que tiene este método es que facilita la localización por parte del lector, mientras que su desventaja consiste en clasificar los hechos en determinados marcos globales, delimitándose sus alcances y relaciones. Las categorizaciones no están bien definidas, son difusas y arbitrarias:
La atribución de los contenidos a una determinada sección no parece regularse por criterios universales y objetivos. De esta forma pensamos que la inclusión de la información en las secciones es más intuitiva que objetiva (León, 1996: 107).
Cabe destacar, además, que la cantidad de páginas atribuida a cada sección depende de su tiraje: los días semanales es menor con relación al domingo. Si bien hay secciones que se mantienen fijas, la cantidad de información es mínima.
Este hecho justifica las denominaciones tan genéricas, con objeto de que haya amplitud suficiente para encajar las noticias en su contenido. En cualquier caso, el número de páginas de cada sección puede ser un elemento orientativo para conocer la importancia que cada periódico concede a ciertos contenidos (León, 1996: 107/108).
Los medios gráficos se ven condicionados por ser un producto enteramente visual. Las normas gráficas establecidas en el ordenamiento de páginas (diagramación) y la distribución de la publicidad, la fijación de la fotografía y las tiras cumplen con el objetivo de atraer al lector.
Las formas básicas se encuentran determinadas por una estructura paratextual. En tal sentido, tanto el paratexto gráfico como el de la imagen son los soportes que condicionan a la lectura y la escritura. Se lee o se escribe un contenido pensando en el formato, es decir, en la presentación final del producto.
Incursionar en el ámbito de gráfica, entonces, obliga a pensar en su estructura condicionante, ya que no es ingenua, sino que, por el contrario, se la utiliza con intencionalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario